sábado, 23 de abril de 2011

Mis disculpas por ser una tonta, por hablar, por escribir. Perdoname por estorbarte, por molestarte. Siento que no me quieras, que (suavemente) me desprecies. Aprecio que no seas un capullo, ( sinceramente me harías mucho menos daño si lo fueras), un caballero. Gracias por limitar tus sonrisas, por controlar no tocarme o simplemente evitarme.
No es fácil ser alguien como yo, con menos cerebro que corazón.